La talalgia o dolor en el talón es la lesión más frecuente en el pie. Según su origen, las podemos clasificar en diferentes grupos:

  • Neurológicas: principalmente ocasionadas por una lesión o un atrapamiento nervioso que se ve reflejado en el pie, aunque la lesión puede encontrarse en el propio pie o en niveles superiores (columna vertebral, por ejemplo).

  • Metabólicas: ocasionadas por enfermedades reumáticas, gota, diabetes o hipotiroidismo entre otros.
  • Mecánicas: ocasionados por un exceso de peso, tener un pie excesivamente plano o muy vacío, sobreuso en la práctica deportiva o en la actividad laboral.

La fascia plantar es una fina banda de tejido aponeurótico que discurre por la planta del pie y abarca desde el talón hasta las cabezas de los metatarsianos. Se trata de un tejido elástico, principalmente compuesto por colágeno entre otras sustancias.

La fascia plantar, tiene una función muy importante a nivel biomecánico, siendo la responsable de proteger los metatarsianos, mantener el arco plantar y actuar como amortiguador al caminar para ahorrar energía. Debido al exceso de peso, pasar muchas horas de pie, o en un error mecánica como puede ser la hiperpronación, la fascia plantar puede inflamar- y degenerar, dando lugar a la aparición de una fascitis plantar.

Diagnóstico diferencial:

Muchas veces, confundimos el espolón calcáneo con la fascitis plantar. Cuando se realizó una radiografía observamos que aparece una pequeña osificación al tubérculo postero-interno del calcáneo podremos decir que hay un espolón calcáneo, pero la fascitis plantar no aparece en rx tenemos que hacer una ecografía para ver una inflamación de la fascia plantar, algún rotura o cambios en el patrón de la misma, entonces hablaremos de fascitis plantar. La radiología simple no es de ninguna utilidad en el diagnóstico de la fascitis plantar, siendo necesario recurrir a la ecografía o la resonancia magnética (RM) para un correcto diagnóstico de nuestros pacientes. Aunque la mayoría de las veces podemos llegar a un diagnóstico acertado a través de la anamnesis y una buena exploración clínica, es de vital importancia recurrir a alguna de estas pruebas diagnósticas para poder administrar el tratamiento más adecuado.

Tratamiento podológico:

El primer paso para poder plantear una solución al dolor de talón sería visitar a su podólogo que le haga una exploración biomecánica con un estudio de la pisada (análisis biomecánico) y le diagnostique adecuadamente. Una vez diagnosticado podremos plantearle el mejor tratamiento para la fascitis plantar en base a las necesidades de su caso concreto. Normalmente se propone tratamiento mediante soportes plantares (plantillas personalizadas) y tratamiento de fisioterapia. Las plantillas a medida intentarán compensar el defecto biomecánico estar produciendo la lesión, y el trabajo con su fisioterapeuta le ayudará a mejorar la elasticidad de la musculatura adyacente, relajará los tejidos.

Si el primer escalón no ha sido efectivo o el paciente quiere acelerar el período de recuperación, podemos recurrir a las infiltraciones Eco guiadas. En la infiltración por la fascitis plantar se suelen utilizar antiinflamatorios y corticoides, colágeno y factores de crecimiento (plasma rico en plaquetas (PRP)) bajo control ecográfico para obtener resultados más satisfactorios.

Nos los peores de los casos y en muy pocas ocasiones hay que hacer una pequeña intervención quirúrgica.

Si tienes dolor en los talones no dude en concertar una cita con podología.

Artículo del Sr. Marc García del Servicio de Podología de TREDIC

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